Construir una comunidad es una herramienta tan poderosa que fomenta la interacción en la sociedad y se logra mantener una relación de equilibrio y desarrollo, convivencia, con don de pertenencia, una lucha democrática por la causa justas, de equidad, equilibrio e igualdad. Nos permite construir objetivos, ideas, proyectos y emprendimientos, y su implementación contribuye al bienestar de nuestra calidad de vida y nuestro entorno. Una comunidad nos ayuda a humanizarnos, a generar conciencia, conocimiento y participación, permitiéndonos interactuar como miembros de algo importante, donde conocemos nuestros intereses, gustos, preocupaciones, sueños y expectativas. Vivir en comunidad es tener derechos y obligaciones para un futuro promisorio.